Cómo la presión de grupo puede ser utilizada como forma de abuso psicológico en una secta
Introducción
La palabra "secta" se encuentra con mucha frecuencia en el lenguaje cotidiano, y en muchas ocasiones se utiliza de manera inapropiada para referirse a cualquier grupo religioso o espiritual. Sin embargo, una secta es mucho más que eso: se trata de un grupo con un líder carismático que exige completa adhesión a su enseñanza y provoca en sus seguidores una suerte de sumisión psicológica.
En este artículo vamos a profundizar en uno de los elementos claves utilizados por las sectas para lograr esa sumisión: la presión de grupo. En concreto, veremos cómo la presión de grupo puede ser utilizada como forma de abuso psicológico en las sectas.
¿Qué es la presión de grupo?
La presión de grupo se refiere a la influencia que los demás miembros del grupo ejercen sobre un individuo para que este se ajuste a las normas, actitudes o comportamientos esperados por el grupo. Puede manifestarse de distintas maneras: desde la simple expectativa social de cumplir con ciertas normas, hasta la coacción abierta para obligar a un individuo a que realice algo que no desea.
En el contexto de las sectas, la presión de grupo es un elemento clave para mantener el control sobre los miembros. El líder de la secta suele ejercerla mediante diversas técnicas que vamos a ver a continuación.
Técnicas utilizadas por las sectas para ejercer presión de grupo
1. Aislamiento
Una de las técnicas más efectivas utilizadas por las sectas es el aislamiento de sus seguidores del resto del mundo. A menudo se promueve la idea de que el grupo es la única fuente de verdad y que cualquier contacto con personas ajenas a la secta puede resultar perjudicial.
De esta forma, el individuo queda expuesto exclusivamente a la visión del mundo del líder y del resto del grupo, lo que puede provocar una sensación de dependencia y de necesidad de aprobación. Además, al reducir la información disponible al miembro de la secta, se dificulta su capacidad de cuestionar las ideas del grupo o de buscar apoyo externo.
2. Presión emocional
Las sectas suelen utilizar técnicas de persuasión emocional para ganarse la adhesión de sus miembros. En muchos casos se utilizan técnicas de lavado de cerebro, en las que se intenta alterar la percepción que el individuo tiene de sí mismo, de su entorno y de sus relaciones interpersonales.
La presión emocional puede manifestarse de distintas formas, como la creación de un ambiente emocionalmente intenso (por ejemplo, a través de cantos, bailes o ceremonias), la afirmación constante de la superioridad del líder o del grupo, o el uso de técnicas de humillación o degradación para debilitar la autoestima del miembro.
3. Amenazas y coacciones
En algunos casos, las sectas recurren a la amenaza o a la coacción abierta para conseguir que sus miembros cumplan con las normas establecidas. Se pueden hacer amenazas directas, como la expulsión del grupo, la pérdida de todo contacto con los seres queridos o el aislamiento en alguna especie de habitación aislada.
También se pueden hacer amenazas más sutiles, como la creación de una sensación de culpa por no hacer lo que se quiere, o la afirmación constante de que las catástrofes que ocurren en la vida son consecuencia directa de la desobediencia al líder o al grupo.
Consecuencias de la presión de grupo en la mente de los miembros
La presión de grupo puede tener consecuencias muy perjudiciales en la mente de los miembros de una secta. Algunos de los efectos más comunes son:
- Dependencia emocional y psicológica: Los miembros de una secta pueden desarrollar una suerte de dependencia emocional con respecto al líder y al grupo, lo que puede dificultar su capacidad de tomar decisiones propias.
- Perdida de la autonomía individual: La presión grupal puede provocar una disminución en la capacidad de tomar decisiones de manera autónoma y producir en los miembros sentimientos de inseguridad y falta de confianza en sus propias capacidades.
- Alteración en la percepción de la realidad: La presión del grupo puede provocar habilidades, se pueden llegar a aceptar y defender ideas y comportamientos que de otro modo serían inadmisibles.
- Ansiedad y estrés: La presión grupal puede ser muy estresante y provocar ansiedad en los miembros de la secta.
Conclusiones
La presión de grupo es un elemento clave utilizado por las sectas para mantener el control sobre sus miembros. Se trata de una suerte de abuso psicológico que puede tener consecuencias muy perjudiciales para los afectados.
Es importante ser conscientes de los riesgos que corremos si nos acercamos a una secta, y saber identificar las técnicas de persuasión que suelen emplear para atraer a nuevos seguidores. El conocimiento y la información son nuestras mejores armas para evitar caer en la trampa de una secta.