Cómo el aislamiento puede ser una forma de abuso psicológico en una secta
Introducción
Las sectas son una realidad que más de uno ha oído hablar o incluso ha sido víctima de ella. Aunque a simple vista parezcan organizaciones o grupos con objetivos claros y bien definidos, lo cierto es que suelen ser mucho más peligrosas de lo que se percibe a primera vista.
Este tipo de grupos se valen de técnicas específicas para mantener a sus miembros controlados y manipulados, siendo el aislamiento una de las más usadas. En este artículo veremos cómo el aislamiento puede ser una forma de abuso psicológico en una secta.
Aislamiento y control
El aislamiento es una herramienta muy poderosa en manos de las sectas. En casos extremos, puede incluso llegar a constituirse en una forma de abuso psicológico. ¿Por qué es tan efectivo? Porque la red de apoyo y relaciones que una persona tiene fuera de la secta es una de las principales protecciones frente a la manipulación y el control.
Cuando una persona es controlada por una secta, se le aleja inexorablemente del exterior. Se le desalienta a hablar con familiares y amigos. Se le aconseja que evite todo contacto con personas ajenas a la secta y, en algunos casos, incluso se le obliga a dejar su trabajo o abandonar su casa para mudarse a un lugar donde la secta tenga mayor control.
De esta manera, la persona queda completamente aislada del mundo exterior y, sin el soporte emocional y la crítica constructiva que proporciona la familia y el entorno social, es mucho más fácil para la secta manipularla y controlarla.
Estrategias de aislamiento en una secta
Existen varias estrategias que usan las sectas para aislar a sus miembros. Algunas de ellas son las siguientes:
1. Desaliento de contactos con el exterior
Las sectas suelen aconsejar a sus miembros que eviten el contacto con gente ajena a ella y en algunos casos, se prohíbe expresamente visitar a la familia. De esta forma, limitan el contacto con el mundo exterior, consiguiendo que la persona se sienta sola y vulnerable.
2. Mudanzas forzadas
En ocasiones, las sectas obligan a sus miembros a mudarse para vivir en un lugar donde tengan mayor control. Así, es más difícil para el miembro escapar de la secta y volver a establecer sus contactos con la familia y amigos.
3. Prohibición del uso de medios de comunicación
Otra forma de controlar a los miembros de la secta es prohibiendo el uso del teléfono, correo electrónico o incluso las redes sociales. Con ello, las posibilidades de establecer contacto con el mundo exterior se reducen a cero.
4. Control sobre el ocio y uso del tiempo libre
En algunas sectas, se controla al miembro a través del uso que hace de su tiempo libre. En general, se prohíben las actividades que no estén directamente relacionadas con la secta. De esta forma se consigue que el miembro tenga menos oportunidades de establecer nuevos contactos y de conocer gente ajena a la secta.
Consecuencias del aislamiento en una secta
El aislamiento extremo es una forma muy potente de controlar la mente humana. Algunas de las consecuencias que puede tener el aislamiento en una secta son:
1. Sensación de soledad y abandono
El aislamiento provoca una sensación de soledad extrema. El miembro de la secta se siente aislado y abandonado, lo que a su vez le hace sentir vulnerable y necesitado de alguien en quien confiar. Si la secta consigue establecer un vínculo fuerte con la persona, la probabilidad de que se mantenga en la secta es mayor.
2. Desapego emocional
El desapego emocional de la familia y seres queridos es una de las consecuencias más graves del aislamiento. La persona aislada pierde toda relación con amigos y familiares, lo que puede dar lugar a conflictos emocionales, depresión y trastornos psicológicos graves.
3. Dependencia de la secta
La dependencia que crea el aislamiento en una secta es otra de las consecuencias graves. La persona que está completamente aislada carece de referencia y no encuentra sentido en el mundo exterior. La secta, en cambio, le ofrece un nuevo sentido de pertenencia y un motivo para seguir adelante. Esto puede hacer que la persona se sienta agradecida y cada vez más identificada con la secta.
Conclusiones
El aislamiento es una de las armas más poderosas de las sectas. La manipulación y la presión psicológica a las que se someten a los miembros es mucho más fácil cuando estos están aislados y sin apoyo emocional de su familia y entorno social. Sin embargo, debemos recordar que todo el control y la manipulación se pueden vencer con ayuda y orientación adecuada. Por eso, es importante no dejar nunca de lado las relaciones que mantenemos con nuestra familia, amigos y conocidos, pues nos protegen de una de las formas mas insidiosas de abuso psicológico dentro de una secta: el aislamiento.