Las sectas han captado la atención de la sociedad desde hace mucho tiempo, y no es para menos. Sus creencias y prácticas extremas pueden tener un impacto devastador en la vida de sus seguidores, especialmente aquellos que crecieron dentro de la secta.

¿Qué es una secta?

Antes de profundizar en este tema, es importante definir lo que es una secta. Una secta se puede definir como un grupo religioso o social que tiene creencias o prácticas extremas, fuera de los límites aceptados por la sociedad. Estos grupos tienden a tener líderes carismáticos y controlan cuidadosamente el comportamiento de sus seguidores. Muchas veces, las sectas también tienen una fuerte influencia en la vida de sus seguidores, incluyendo una gran cantidad de control estricto.

Creciendo dentro de una secta

Crecer dentro de una secta puede ser una experiencia extrema. Los niños son criados desde muy temprana edad con creencias y prácticas que no son comunes en la sociedad en general. Con frecuencia, estos niños tienen poca o ninguna exposición a la vida fuera de la secta. Como resultado, pueden tener dificultades para adaptarse a situaciones fuera del grupo y pueden enfrentar problemas en la vida adulta.

• Control extremo: Los niños y jóvenes que crecen dentro de una secta están sometidos a un control extremado desde una edad temprana. Esto puede incluir la elección de amigos, el tipo de ropa que utilizan y otros elementos de la vida cotidiana. Los líderes de la secta pueden controlar todo, desde la utilización de la tecnología hasta lo que se debe comer y cómo se debe rezar.
• Limitación de la educación: Algunas sectas limitan la educación de sus seguidores. Esto puede significar que los niños y jóvenes no reciben la educación necesaria para tener éxito fuera de la comunidad. La falta de habilidades sociales y educación puede ser un problema, donde muchos pueden enfrentarse al debilitamiento de su capacidad para valerse por sí mismos en la vida cotidiana y en la vida laboral.
• Exclusión de la vida social: La mayoría de las sectas aíslan a sus miembros del mundo exterior. Esto significa que los niños y jóvenes tienen poca o ninguna exposición a la cultura popular, los eventos sociales, y los amigos fuera de la secta. Esta falta de contacto social puede tener un impacto duradero en la personalidad de un individuo.

Individuo vs Secta

Uno de los mayores problemas que enfrentan los niños y jóvenes que crecen dentro de una secta es la pérdida de su individualidad. Desde una edad temprana, se les enseñó que la comunidad era más importante que el individuo. Los líderes de la secta fomentan la idea de que el bien común está por encima del bienestar individual.

Pero a medida que estos jóvenes crecen, pueden sentir la necesidad de expresar su individualidad. Pueden querer hacer cosas que están fuera del alcance de la secta. Esto puede llevar a conflicto interno y a la necesidad de tomar decisiones difíciles. A menudo, el costo de tener una individualidad es la pérdida de la comunidad y esto puede ser un precio muy alto para pagar.

La secta puede ejercer un fuerte control sobre sus miembros. Esto puede resultar en la limitación de la libertad personal y la capacidad de tomar decisiones propias. Un individuo puede sentirse atrapado, como si estuviera encarcelado o atrapado dentro de su grupo religioso o secta.

El camino a la recuperación

Salir de una secta puede ser un proceso difícil, pero es posible. Uno de los primeros pasos es buscar ayuda. Muchos ex miembros pueden encontrar ayuda en grupos de apoyo que les ayudan a conectarse con otras personas que han pasado por situaciones similares.

Es importante trabajar en la recuperación de la autonomía y la individualidad. Esto puede incluir la educación, la exploración de nuevas experiencias y la conexión con personas de fuera de la secta.

La recuperación de la individualidad puede ser un proceso largo, a veces una batalla de por vida. Pero con el tiempo y el apoyo de la comunidad, puede ser posible encontrar una nueva vida fuera de la secta que también te permita conocer nuevas personas y nuevas ideas al margen de la secta.

En conclusión

La pérdida de la individualidad es solo uno de los muchos problemas que enfrentan quienes crecen dentro de una secta. Desde el control extremo hasta la falta de educación y exposición social, la vida en una secta puede ser dificil y traumática para muchos de sus miembros. Mientras que salir de una secta puede ser difícil, es posible encontrar ayuda y comenzar a vivir una vida que te permita ser independiente y desarrollarse en un nuevo ambiente social, logrando ser ustedes mismos, cualidades valiosísimas que le permitiran formar parte de una grupo amable y respetuoso si lo desea. Los grupos de apoyo pueden ser necesarios para superar la experiencia de crecer dentro de una secta, pero la recuperación es posible y necesaria para lograr la felicidad y la libertad como individuo.